lunes, 23 de agosto de 2010

9. BYE BYE SUMATRA

Sumatra es uno de esos sitios que creo nunca olvidaré. Pocas veces he sufrido tanto en la carretera como en partes del recorrido elegido. Es cierto que quizás he forzado un poco la máquina pero tampoco tenía otra opción. Subir esas pendientes con el peso de las alforjas me ha dejado vacío y unos cuantos kilos se han quedado en el camino. He pasado gran parte del recorrido solo con la única compañía de los ruidosos habitantes de la isla. Pero también me he curtido y he disfrutado de grandes momentos, quizás por aquello de que con sufrimiento las vistas parecen más bellas y la experiencia más gratificante.

Asociaré Sumatra al reino de las nubes, de las montañas sin ley, de selvas de cielo verde y monos cantores, de playas salvajes y aguas turquesas, de lagos mágicos y sonrisas provocadoras. Recordaré la isla por sus escasos pero excepcionales encuentros, por sus noches de cielos fosforitos y de diluvios implacables. Y por encima de todo siempre recordaré que un día pedaleé por una isla en la que todos sus habitantes parecían conocerme por un extraño y nuevo nombre: era el señor Mister.

8. Consejo de Sabios de Cyclotherapy

De Bukit Tinggi hacia el sur hay que atravesar los últimos coletazos de la cadena montañosa y se llega al llano, a tenor del mapa que llevo. En todos los mapas del mundo cuando el terreno sobre el que se asienta una carretera es de color verde quiere decir que está a baja altura y suele ser llano. Pero Sumatra es diferente. Aunque no se superen los 250 metros de altura ni se baje por debajo de los 180 metros, el desnivel acumulado de cada día es muy parecido al de un día de montaña. Por qué? Por que Sumatra no tiene apenas kilómetros llanos y llano quiere decir una inmensa montaña rusa de cientos de km. Subir y bajar, bajar y subir... este el sino de Sumatra.

Hay que reconocer que viendo los buses se te quitan las ganas de meter la bici en uno de ellos. Pero tras casi 700 km de montaña rusa el pelotón se planta y convoca de urgencia al Consejo de Sabios de Cyclotherapy pese a la ausencia del Abuelo. Y sucedió algo parecido a esto:

Bajo unas nubes que amenazan tormenta el lider de la montaña se dirige al pelotón:
- Llevamos casi 3.000 km en esta isla, casi dos meses subiendo y subiendo sin apenas descanso. Hemos subido más que en los Himalayas indios. Esta montaña rusa nos está desquiciando, no cogemos el ritmo y estamos muy cansados. Merece la pena recorrer los 500 km que nos quedan hasta Java?
El pelotón asiente y un murmullo se apodera de él.
- Hemos venido a pedalear. El que no quiera que abandone – digo desafiante.
- Qué es lo que buscamos? – pregunta seriamente el líder de la montaña
Del pelotón da un paso al frente el ciclista iluminado. Es de Jaisalmer, India.
- Buscamos LA GLORIA! LA INMORTALIDAD! –dice levantando el puño buscando la complicidad del pelotón.
Acto seguido los colombianos se encargan de apartarlo y atarlo a un árbol. Es amordazado inmediatamente y la asamblea continúa su curso.
- Hay otro asunto que no podemos olvidar. En pocos días se nos caduca la visa y debemos rendir cuentas con la burocracia indonesia. Necesitamos estar en Jakarta a no más tardar en 5 días, por lo que coger un transporte va a ser irremediable. Tu lo quisiste al llevarnos por la ruta larga, ahora hay que apechugar con aquella decisión – dice el funcionario, el que siempre va chupando rueda.
- El funcionario tiene razón! – grita el grupo
- Además tenemos una visita que viene de EH y trae cosas para nosotros. Debemos llegar a el antes que se marche – añade el jordano, que no es muy buen ciclista pero sabe negociar bien en las aduanas.
El pelotón ha hablado. Recapacito y poniendo a la luna por testigo digo solemnemente:
- Decidirá, como siempre, la asamblea. Votamos a mano alzada.

Y la asamblea decidió con 99 votos a favor de coger un bus esa misma noche y un solo voto ausente. El iluminado seguía atado al árbol y los colombianos amenazaron con dejarlo ahí si protestaba. No pudo votar.

Si todo va bien, en 24 horas estaré en Jakarta, un cambio de isla que será casi como un cambio de país. Creo que el Abuelo habría votado lo mismo, me quedo más tranquilo.

7. Hacia el sur. Hacia Java

Con mucha pena dejo Tuk Tuk, un lugar donde habría pasado dos semanas tranquilamente, pero debo continuar la marcha Serán jornadas de más de lo mismo, montaña y más montaña, a lo que se une la lluvia. Con tanta agua a lo largo de los años es comprensible tanto verde, tanta vegetación, pero por aquí también se oyen las lejanas motosierras que están acabando con los pulmones y la fauna de Sumatra Las gentes viven con poco y son hospitalarias. Tendré encuentros imborrables...... y momentos históricos, como el paso del hemisferio rico al pobre, únicamente presenciado por una despistada mujerY pronto llegaré a Bukit Tinggi, uno de los pocos enclaves de la ruta turísitica de Sumatra y donde coincidiré con Irene, Nidia y Nacho, unos cracks totales Disfrutaremos de la paz del lago Singkarsk, y de sus arrozales, aunque a estas alturas ya no me llaman la atenciónSin embargo si son curiosas las casas típicas de la zona. Dicen que los tejados pretenden semejarse a un barco, otros a los bufalos de agua, yo creo que va en función de la dosis de las setas que cada uno se haya comido. Pero yo me decanto por la teoría del barco...Y cuando arranco hacia el sur me comeré más lluvia y aunque es molesta a veces disfruto mojándome entero mientras siento el aire fresco sobre mi cuerpo mojado. Son duchas naturales y una buena forma de bajar la temperatura corporal. Y es que diez minutos antes habré estado con sol y 45º. El tiempo está loco. Ahora entiendo mejor a sus habitantes 
La montaña propiamente dicha irá desapareciendo, pero no las subidas. Eso es un sueño imposible

6. Los Batak y el lago Toba

Alredeor del lago Toba, un lago de origen volcánico de 100 km de largo, se asientan los Batak. Y su área de influencia se empieza a notar en cuanto aparecen las primeras iglesias. Es la señal que estamos en sus dominios...... y es que aunque fieros guerreros caníbales solo fueron domados por pastores cristianos. Los musulmanes, quizás heridos en su orgullo les empezaron a llamar Batak, que despectivamente querría decir algo así como "comedores de cerdo"...

El tema de la religión se lo toman muy en serio. A mí me recuerdan a las películas americanas donde las congregaciones negras se visten de gala y se pasan las misas cantando. Aquí es igual. Un domingo de pedaleo es un desfile ininterrumpido de elegantes mujeres ataviadas con su biblia que más parece que van a una boda que a una iglesia a rezar. Me imagino que será sobretodo un acto social, o eso espero...Los Batak conservan sus costumbres con orgullo. Por eso me caen bien, son buena gente. Un día paré en un pueblo donde la gente iba vestida de forma tradicional y donde se respiraba un ambiente festivo. Las mujeres llevaban arroz en cestas de mimbre como si fuera para un regalo. Enseguida pensé que era una boda y animado por la gente me metí hasta la cocina. Cual fue mi sorpresa que me llevaron hasta donde estaba el fiambre de una abuela y junto al marido que estaba sentado en una humilde silla. Era el único que no reía. Curiosas formas de celebrar la muerte las que hay por este mundo...

Todo el mundo sabe que por un chuletón, pimientos del piquillo, patatas fritas y vino de Rioja Alavesa mataría. Y más ahora que estoy hambriento. Y creo que hasta besaría a esta mujer en sus ultraeróticos labios si fuera necesario... Si los hombres fuman como posesos las mujeres mascan y se destrozan la dentadura con una mezcla formada por una hoja y una masa parecida a la tiza que llaman “Kapur Sirih”. La hoja es lo que le da ese color rojizo. Y les hace escupir constantemente por lo que el erotismo del momento sube enteros...

Los mayores miman a sus retoños...... que pronto sabrán defenderse solitos

Y poco a poco, subida tras subida llegaré a la cuna de la cultura Batak: su lago


Y dentro del lago hay una isla que no es isla llamada Samosir desde donde se contemplan volcanes...

... y donde se respira diferente. No creo en los temas de energía pero Samosir me transmitió tranquilidad, paz. Quizás entendí a los primeros misioneros protestantes que se acercaron a este lago y decidieron que este era un lugar para quedarse...

Sus casas son diferentes y muy originalesTuk Tuk tiene una muy buena oferta hotelera y gastronómica y la temperatura es agradable. Apenas hay coches y no veo turistas y eso que es pleno agosto. Echo de menos algún viajero, tendré que seguir haciendo amigos indonesios, ahí parece que viene uno...
 Y como no podía ser de otra manera Tuk Tuk me despide con una gigante y fantasmagórica nube. Volveré algún día, lo prometo

5. Por la costa del Tsunami

Tengo ganas de conocer la zona del desastre. Aún recuerdo aquellas imágenes en televisión que parecían sacadas de un film de Hollywood. Sobretodo me interesa saber en qué se ha invertido el dinero y cómo se encuentra la gente después de semejante desastre. Y pronto me doy cuenta que a pesar de todo la vida sigue y que el pescado ha vuelto

La punta de la isla me trae duros días de lluvia y fuerte viento en contra. Cuando paso por Calang o por Meulaboh me sobrecoge el horizonte. Ahí se originó el terremoto y de allí vino el grueso de la ola. Estoy solo en esas playas, playas salvajes y abandonadas al castigo del tiempo. Qué sentiría la gente cuando vio que el agua era tragada hacia dentro? Yo solo deseo que lo que veo delante sea solo una tormenta veraniega. Con la fama que tengo me siento como una cerilla puede sentirse cerca de la mecha...

Si alguien tiene dinero y le gusta el surf, creo que puede ser un buen sitio para abrir un negocio. No hay nada. No hay nadie. Solo olas. Interesados contactar conmigo...y es que a río revuelto...

... ganancia de pescadores
Los búfalos de agua se adaptan a cualquier medioY evidentemente el tsunami está omnipresente. Cuando me detengo a descansar y charlo con los locales saco el tema. Y siempre oigo historias distintas, historias increíbles contadas como aquel que cuenta su paseo dominical en bici. En la costa que va de Calang a Meulaboh hay pueblos que murieron 3 de cada 4 habitantes, la población infantil quedó diezmada y se perdieron dos generaciones en muchos de ellos. El drama debió ser aterrador, no sé si en Europa lo habríamos podido digerir tan rápido
 La carretera aún no está acabada. Les quedan 100 km y creo que la están arreglando con dinero alemán. Aquí todo lo que hay en pie está levantado con dinero extranjero. Incluso hay calles que cada casa es de un país. Las viejas casas de madera han sido sustituidas por casas de ladrillo y durante kilómetros y kilómetros todas las casas son iguales, a veces solo cambia el color de un pueblo a otro...

Junto al mar la carretera serpentea y se pone cuesta arriba. Entonces te metes en micro selvas en las que te da la sensación de que eres un intruso. Hay veces que estoy completamente convencido de que un mono me va a parar y me va a decir: How are you Misterrrr! Ya tengo alucinaciones...De todas formas ya he dicho alguna vez que desconfío de los monos y creo que la desconfianza es mutua

Y antes de entrar de nuevo en las montañas disfruto de una carretera pegadita al mar...... y ya puestos aprovecho para dar esquinazo a los pocos despistados que hay por los alrededores para hacerme con una plaza hotelera en primera línea de playa. Esa tarde contemplaré con tres perros el atardecer y en cuanto se marchen las nubes trataré de contar las estrellas pero será inútil. Me quedaré dormido cuando lleve cincuenta.

4. La punta más occidental de Indonesia: Pulau Weh

Y por fin llega mi deseada  estancia en esta isla que asociaba con el paraíso y el descanso. Hay pocos turistas. La semana anterior ha estado lloviendo casi todos los días a pesar de que nos encontramos en temporada seca. Encuentro mi lugar en Iboih ya que Gapang lo veo muerto, sin alma.
En Iboih hay poco que hacer, la playa no es una maravilla aunque el agua es de un color verde impresionante  Debido al efecto de las ONG Pulau Weh es una isla cara y aunque me relajo y disfruto de la semana que paso allí, no es el paraíso esperado. A Pulau Weh la gente viene a estar tirado todo el día, pero sobretodo...

... la gente viene a bucear. En mi modesta opinión la fama subacuática del lugar está sobrevalorada. El coral está muerto, hay mucha corriente, no tan buena visibilidad y aunque hay zonas de mucho pez grande, el sitio me defrauda, quizás es por esto que diga que la isla me haya decepcionado. Sin embargo bucear de nuevo ha sido algo, como siempre, algo maravilloso...

Y me llevo el recuerdo del clan italiano y los buenos momentos que pasamos durante la estancia. Ellos serán lo mejor de la isla.
Pulau Weh es el extremo más occidental del país y ahí está el mojón del kilómetro 0. Desde esa punta miro el mapa y veo lo que me queda por delante. Mejor ir etapa a etapa y disfrutar del camino. Tengo curiosidad de ver in situ cómo está el terreno que hace unos años arrasó la ola gigante, de ver cómo vive la gente, de cómo se ha repuesto, de oir sus historias y de ver su estado anímico en sus ojos. Quiero sentir el mar cuando pedalee. Quiero despegarme unos días de la montaña.
Creo que no voy a tener una nueva parada técnica playera hasta Bali y eso no será hasta dentro de un par de meses, por lo menos, así que trato de apurar mis últimas horas sentado junto al mar y otear el horizonte por si por alguna casualidad mágica consigo ver alguna tortuga gigante que no tuve la suerte de presenciar bajo el agua. Y ni eso. Pero seguro que un día lograré bucear entre tortugas. If we can dream it, we can do it.

3. Banda Aceh: el Tsunami

Hablar de Banda Aceh es hablar del Tsunami que arrasó la zona aquel fatídico domingo 26 de diciembre de 2004. Y aunque la ciudad en sí no tiene nada en especial sólo si uno contempla in situ el lugar de la tragedia puede hacerse una idea de la dimensión de la misma. Y la visita le pone a uno los pelos de punta. Solo en Banda Aceh murieron más de 61.000 personas en cuestión de minutos. En toda la provincia, 220.000. La ola gigante destrozó todo lo que había en pie y miles de familias desaparecieron o quedaron diezmadas y marcadas para siempre.

La mezquita Raya Baiturrahman resistió semi intacta al envite. Es la señal, para muchos, de que Alá es misericordioso y único...

Han pasado 5 años y medio y la ciudad parece recuperada, o casi. Llegó mucho dinero a través de organismos, países y ONG y lo que no era más que un barrizal ahora vuelve a tener vida. Pocas cosas quedaron en pie. Un hospital “resisitió” a la ola y ahora es un edificio abandonado que sirve de recuerdo...
...y han decidido construir las nuevas casas en el mismo sitio donde se asentaban las antiguas, pensando quizás que la probabiblidad de que suceda otro Tsunami en el mismo sitio es remota...
... lo cierto es que ahora poseen mecanismos que detectarían nuevos Tsunamis. La población ha sido adiestrada en un plan de emergencias que incluye los “edificios de evacuación”, unos edificios altos semejantes a los parkings de coches a los que la población de la zona debería subir si se diera la alarma de evacuación.
... pero uno se da cuenta de la magnitud de la catástrofe cuando ve que un barco de semejante tonelaje fue arrastrado por la ola y depositado cuatro kms tierra adentro...
...o este otro quedó empotrado en el salón de una casa. La historia de este barco es que sirvió de refugio a 59 personas que salvaron la vida al encaramarse al mismo...
...pero lo que me sorprende es que la gente parece haber superado semejante trauma y vuelve a sonreir, dando una lección de que ante las adversidades no hay otra que levantarse y mirar con ilusión al futuro
Aún así Banda Aceh quedará siempre ligada al Tsunami, para su desgracia...
Dicen que a dos horas en ferry hay una isla paradisíaca donde el buceo es único y donde las horas transcurren a duras penas. Mi cuerpo es lo que necesita y no estoy dispuesto a perdérmelo... Vamos a Pulau Weh?